Los recientes malos resultados de los mercados emergentes y sus activos es el reflejo de la revisión de las posibilidades de crecimiento, un proceso que comenzó en los mercados desarrollados. Aunque el crecimiento de los mercados emergentes continúa siendo sólido en comparación con los mercados desarrollados, ha experimentado una reducción debido a problemas estructurales, y los inversores deberán adaptarse a este reequilibrio del crecimiento. El crecimiento general se ha desacelerado en todos los mercados emergentes durante el primer semestre, y los datos recientes sugieren que únicamente se producirá una moderada recuperación en el segundo semestre. Asimismo, el crecimiento potencial de cara al futuro puede ser significativamente menor, ya que las rigideces estructurales debilitan las perspectivas de inversión. Estos factores influyen de diferente forma en las distintas clases de activos: la debilidad del crecimiento en las mayores economías es más preocupante para los mercados de renta variable, a través de las ganancias, aunque una normalización del crecimiento global podría terminar por favorecer a la renta variable de los mercados emergentes.
Por Rachel Ziemba.