A pesar de una moderada recuperación, las divisas de los mercados emergentes han experimentado una fuerte liquidación durante el último mes debido a la subida de los tipos estadounidenses a 10 años, encabezada por los mercados emergentes con una débil financiación exterior y riesgos políticos idiosincráticos (TRY, ZAR, BRL, INR), aunque las monedas líquidas que se habían fortalecido y cuyos bancos centrales habían introducido flexibilizaciones también se vieron sometidas a presiones (MXN, PLN, divisas del sudeste asiático). Las divisas del este de Asia presentaron una mayor firmeza, reflejando la mayor solidez de sus balances (este año, el CNY ha obtenido buenos resultados a nivel global). Existen factores técnicos que podrían apuntar hacia un incremento de la presión y la volatilidad de las divisas de los mercados emergentes, y nosotros sugerimos que se debe ser prudente de cara a un futuro inmediato. Dado que es poco probable que la Reserva Federal disminuya las compras de activos a corto plazo, y que los inversores buscan el rendimiento, seguimos creyendo que la liquidez global favorece a los activos de los mercados emergentes, incluidas las divisas, pero no creemos que el activo vaya a obtener unos rendimientos superiores en los próximos meses. A más largo plazo, la depreciación de las divisas agravará las presiones inflacionistas en los grandes mercados emergentes, lo que podría adelantar la finalización de los ciclos de flexibilización.
Por Rachel Ziemba.