Las cifras brasileñas del PIB del primer trimestre han decepcionado las expectativas de RGE y el consenso, con una expansión intertrimestral del 0,6%, y los últimos datos sugieren pocas mejoras de cara al futuro. En base acumulada de cuatro trimestres, el crecimiento se sitúa en un mero 1,2%, todavía muy débil y anunciando una recuperación mucho más tímida de lo esperado. El crecimiento de las inversiones fue la única buena noticia, con un repunte del 4,6% intertrimestral (3,0% interanual) de las caídas interanuales en cada trimestre de 2012, aunque beneficiado por los efectos base. En el sector externo, las exportaciones cayeron un 6,4% intertrimestral, mientras que las importaciones crecían un 6,3% intertrimestral (reflejo de la remontada en crecimiento inversor). Lo preocupante es que el consumo privado, principal factor de crecimiento de la demanda final desde hace dos años, ha sido plano en general. La débil recuperación subraya los agudos problemas estructurales del país y esperamos rebajar la expansión de este año a alrededor del 2,5%, del 3,3%. Nuestro pronóstico para 2014 también será revisado.
Por Joao Pedro Ribeiro.
