En una reciente presentación, Fitch se mostró muy optimista con respecto a los países del CCG con abundantes reservas de petróleo, adoptando un tono menos positivo para los países norteafricanos importadores de petróleo, en los que las transiciones políticas siguen agravando sus vulnerabilidades económicas. Dentro de los países importadores de petróleo, la recuperación económica de Egipto sigue siendo muy débil, en el mejor de los casos, e insuficiente para crear puestos de trabajo. Las subastas periódicas de divisas iniciadas en diciembre de 2012 no han logrado satisfacer la demanda de dólares del sector privado y las reservas de divisas continúan disminuyendo, existiendo un mercado negro paralelo que cubre el vacío existente. Fitch cree que Egipto continuará cumpliendo con sus obligaciones y que no suspenderá los pagos de su deuda exterior, una opinión que compartimos. No obstante, el país seguirá necesitando ayuda financiera, probablemente del CCG, hasta que finalicen las negociaciones del acuerdo por valor de 4.800 millones de dólares con el FMI que, a pesar de que la fecha electoral sigue siendo incierta (probablemente en el cuarto trimestre), los analistas de Fitch esperan para finales de año. Cerca de Egipto, un programa de reformas económicas con el apoyo del FMI debería ayudar a Túnez a recuperar la confianza de los inversores, algo que es una remota posibilidad para Egipto en estos momentos.
Por Maya Senussi.