Los principales datos económicos chinos de abril coinciden en general con nuestros pronósticos de un leve repunte del crecimiento en el segundo trimestre, aunque sin signos de una aceleración considerable pese a un crecimiento crediticio todavía rápido. Tanto el crecimiento de la producción industrial como el de las ventas de consumo han aumentado pero la inversión en activos fijos desaceleró ligeramente. De nuevo, el sector inmobiliario ha sido el más fuerte de la economía china. El precio medio de la vivienda se ha incrementado un 17% en lo que va de año. Aun así, seguimos creyendo que no durará porque los efectos base de la inversión inmobiliaria deberían haber rebotado más y las promotoras continúan retrasando la construcción de nuevas viviendas. Seguimos esperando que el crecimiento del PIB suba ligeramente en el segundo trimestre pero el crecimiento empezará a tender a la baja en la segunda mitad, cuando el mercado inmobiliario se vuelque, los gobiernos locales sigan apurados de efectivo y el gobierno central no ofrezca ningún estímulo fiscal como hiciera en la segunda mitad de 2012.
Por Adam Wolfe.