En el día de ayer, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) recortó su tipo de efectivo de referencia, tal como esperábamos. Asimismo, el gobernador Glenn Stevens destacó el lento crecimiento del empleo, la baja inflación, la fortaleza de la moneda y la debilidad demanda de crédito. Es probable que el RBA conociese con antelación la encuesta sobre la fuerza laboral del mes de abril, que se publica hoy. Durante el último año y medio hemos expresado claramente nuestro escepticismo acerca de la salud y las perspectivas de la economía australiana, pero hemos tardado un poco en prever un recorte de los tipos este mismo trimestre debido al reciente conservadurismo del RBA. La inesperada desaceleración del crecimiento de China en el primer trimestre puede haber inclinado la balanza. El hecho de que el RBA haya reconocido estas debilidades sugiere nuevos recortes de los tipos para este año: las condiciones exteriores se van seguir deteriorando, especialmente en lo que respecta a las materias primas. Los recortes de los tipos deberían favorecer al mercado de la vivienda, aunque tal como hemos señalado, gran parte de la recuperación de este mercado se ha debido a los inversores, no a los dueños de viviendas en régimen de propiedad.
Por Michael Manetta.