El índice de confianza de los consumidores sudafricanos se hundió hasta su nivel más bajo (-7) en nueve años durante el primer trimestre, lo que dibuja un panorama bastante sombrío para el ya ralentizado gasto de los consumidores y el crecimiento a corto plazo. Creemos que el crecimiento se estancará en un mísero 2,6% en 2013, con los riesgos inclinados a la baja. Los tres componentes del índice de confianza de los consumidores sufrieron un deterioro, con un descenso del subíndice de la perspectiva económica, un indicador a 12 meses vista, de -7 a -11. No sólo las perspectivas laborales son sombrías, sino que es más difícil renovar los créditos, debido en parte a los niveles de deuda preexistentes, mientras que la subida de la inflación, provocada en parte por la depreciación del rand, debilita el poder adquisitivo. Este mal dato indica que el gasto continuará siendo débil, lo que respalda la debilidad general de la economía. A pesar de la frágil perspectiva tanto para el consumo privado como para el crecimiento, no creemos que haya margen para una nueva flexibilización monetaria.
Por Maya Senussi.
