Nuestra hipótesis de base a nivel mundial para el año 2013 incluye una recesión en la Eurozona, una recuperación temporal de China y un lastre fiscal en EEUU. El crecimiento de los mercados emergentes experimentará una moderada aceleración con respecto a 2012, mientras que los mercados desarrollados se desacelerarán debido a la austeridad fiscal coordinada. Sin embargo, este entorno relativamente benigno es por lo general favorable para los mercados. Los precios de las materias primas encontrarán apoyo a corto plazo tras la reciente liquidación, la mejora de las valoraciones, la recuperación de los datos de China y el alivio tras los eventos de Chipre. Con todo, la debilidad es fundamental. La disminución de los riesgos de eventos extremos vinculados a la Eurozona deja un mayor margen para una diferenciación de las divisas basada en factores idiosincráticos, la desaceleración china se hará más pronunciada en el cuarto trimestre y recomendamos mantener una perspectiva bajista tanto para la GBP como para el JPY. Mantenemos nuestra previsión con respecto al diferencial ajustado por opciones para los títulos con grado de inversión estadounidenses (110), y hemos revisado a la baja nuestro objetivo para los diferenciales de alto rendimiento en marzo. Aunque los rendimientos de los bonos siguen estando en mínimos históricos, las ganancias del mercado alcista no desaparecerán. Mantenemos un punto de vista positivo acerca del mercado bursátil a nivel mundial, y en nuestra hipótesis de base el objetivo para el S&P 500 a finales de 2013 sigue siendo 1.550. Creemos que existen mejores perspectivas para los mercados emergentes.