Dado que nuestra hipótesis de referencia para la Eurozona no prevé la materialización de grandes riesgos de eventos extremos en 2013, y que las condiciones financieras de Irlanda están mejorando, esperamos que en 2013 la economía siga una trayectoria similar a 2012, lo que tiene como consecuencia una pequeña revisión al alza para nuestra previsión de crecimiento de este año. Irlanda ha realizado un regreso parcial a los mercados de renta fija en 2012, pero seguimos creyendo que las perspectivas para las exportaciones no son lo suficientemente buenas como para compensar la debilidad a nivel interno. Las dificultades para la demanda interior continúan siendo considerables: el saneamiento fiscal afectará al consumo tanto público como privado, el cual se seguirá contrayendo en 2013. Prosigue la reestructuración del sector bancario, con la entrada de depósitos en los bancos nacionales y una menor utilización de la liquidez del banco central. Mantenemos que Irlanda necesitará algún tipo de ayuda oficial en 2013 o 2014, tras la finalización de su actual programa, y una reestructuración de la deuda por medio de la participación del sector oficial, probablemente en 2015.
Por Christian Odendahl y William Oman.