La mayor parte del descenso del precio del oro tras la mejora de los datos estadounidenses ya ha tenido lugar: esperamos que el crecimiento en el segundo y en el tercer trimestre sea débil, y que se vea acompañado de una constante flexibilización cuantitativa, además de que el debilitamiento del dólar favorezca a los precios de oro a partir de este momento, lo que debería reflejarse en una estabilización de los flujos de salida negociados en bolsa del oro. Dada esta hipótesis de base y el aumento del riesgo de eventos extremos en la eurozona, mantenemos nuestro objetivo de 1.750 dólares para el oro. Sin embargo, es probable que los precios del oro ya hayan registrado su punto más alto, y dichos precios estarán sometidos a un mayor riesgo de presiones a la baja a medida que el crecimiento estadounidense vaya mejorando hacia finales de 2013 y en 2014, en vista de las expectativas de una inflación limitada y el final de la flexibilización cuantitativa y finalmente de la política de tipo de interés cero. La mejora de la economía estadounidense y una desaparición o reducción anticipada (2013) de la tercera ronda de flexibilización cuantitativa, así como la aceleración de los flujos de salida negociados en bolsa del oro, suponen un riesgo a la baja para el oro.
Por Gary Clark y Peter Jones.