La mejora de Fitch del panorama de calificación de Colombia el 6 de marzo, de estable a positivo, no ha sido una sorpresa, como tampoco lo sería una subida completa. Junto con Brasil, México y Perú, la calificación crediticia de Colombia se sitúa en el grupo intermedio de las grandes economías de Latinoamérica, por debajo de Chile y encima de Argentina y Venezuela. Desde una perspectiva macro, el país ha crecido al tercer ritmo más rápido en la región latinoamericana en los tres últimos años (con un 4,7% interanual de media), con poca inflación, índices de deuda/PIB en descenso, aumento de la inversión extranjera y una gestión macroeconómica prudente en general. Sobre todo, las reformas han situado al país en una posición favorable: es probable que se adopten más medidas favorables al mercado y el país ostenta un entorno atractivo para los negocios y la inversión. Esperamos un crecimiento próximo a la tendencia durante el año (cerca del 4,5% interanual) y un ligero impulso a la producción potencial de inversión y demografía. No esperamos que los conflictos internos y riesgos de seguridad empañen notablemente el rendimiento en los próximos años.
Por Joao Pedro Ribeiro.