El plan de compromiso del arroz de Tailandia ha reforzado la popularidad del gobierno entre los votantes del campo pero le ha costado al país la corona del mayor exportador mundial de arroz, exacerbando los problemas de almacenamiento y empeorando su posición fiscal. Las exportaciones de arroz se han desplomado en 2012 a su nivel más bajo desde el año 2000 y los exportadores continuarán sufriendo el doble golpe de unos precios por encima del mercado y una divisa fuerte, mientras que las abundantes reservas de Tailandia se pelean por un espacio limitado. La probabilidad de que el arroz se acabe volcando en el mercado mundial con pérdidas es cada vez mayor. Los cálculos actuales indican que el gobierno gastará otros 14.800 millones de dólares este año en el plan, con una estimación del 4,0% del PIB. La sequía también podría permitir al gobierno reducir el presupuesto para el plan de compromiso de arroz de la cantidad propuesta de 405.000 a 300.000 millones de baht tailandeses. Por poco agradable políticamente que eso sea, el gobierno acabará viéndose obligado a modificar el programa.
Por Ayoti Mittra y Derrick Metriyakool.