Aunque el BCE ha indicado que el mecanismo único de supervisión (SSM) es "un paso crucial hacia la reintegración del sistema bancario", al SSM le está costando despegar, mientras que los últimos datos del BCE indican que el sistema financiero de la Eurozona se ha vuelto a fragmentar. Si nos fijamos en la evolución del tipo de refinanciación y préstamos bancarios a empresas no financieras desde 2003, está claro que el paso de costes de financiación bancaria a tipos de interés cobrados a los clientes es débil, sobre todo en la periferia. Por ello, un recorte del tipo de refinanciación del BCE probablemente hará poco para abordar la refragmentación del sistema financiero de la Eurozona, razón principal por la que esperamos que el BCE mantenga los tipos a la espera en marzo. De cara al futuro, el BCE podría verse obligado a recurrir a medidas más inconvencionales para abordar los débiles préstamos bancarios en la periferia de la Eurozona, especialmente porque continúan los grandes obstáculos para un SSM operativo y marco financiero integrado. Esperaremos a ver cómo el BCE asimila el deterioro de las condiciones de préstamos en sus previsiones de marzo.
Por William Oman.