Pese a la caída de la inflación en enero, creemos que el BCE seguirá a la espera en su reunión del jueves. Los datos del BCE indican que los préstamos bancarios de enero a corporaciones no financieras se contrajeron en España y Francia, se estabilizaron en Italia y subieron ligeramente en Alemania, mientras que la oferta de dinero y préstamos al sector privado siguió divergiendo, lo que sugiere que el mecanismo de transmisión de política monetaria sigue averiado y un recorte de los tipos no tendría los efectos deseados en los préstamos en la periferia. El BCE se basa relativamente poco en las orientaciones de futuro pero creemos que Mario Draghi podría dar alguna pista de facilitación venidera, ya sea en la declaración oficial, en la sesión de preguntas o en ambas. De cara al segundo trimestre y dada la inactividad de la economía de la Eurozona y los efectos base de las previas subidas de IVA y aumentos en el precio de la energía, creemos que una inflación por debajo de los objetivos hará probable un recorte de 25 puntos del tipo principal de refinanciación, aunque las repercusiones serán limitadas.
Por William Oman.