Las actas de la reunión de enero del FOMC provocaron alteraciones en los mercados, al señalar que varios participantes estaban estudiando la modificación del ritmo de las compras de activos y ponían énfasis en "la eficacia y los costes de dichas compras". En realidad no se trata de nada nuevo. La Reserva Federal ha modificado varias veces el ritmo de sus compras de activos, finalizando por dos veces la flexibilización cuantitativa de forma prematura antes de reanudar las compras con mayor agresividad. La tercera ronda de flexibilización cuantitativa llegará a su conclusión, pero esto sucederá cuando la economía se haya reforzado y el desempleo se sitúe en torno al 7%, algo que es poco probable que suceda hasta el año 2014, y no cuando el examen de conciencia de la Reserva Federal determine que los costes son mayores que los beneficios. A la vista del aumento del desempleo, la debilidad del crecimiento del PIB, la austeridad y la inflación por debajo del 2%, no existe ninguna posibilidad de que la tercera ronda de flexibilización cuantitativa disminuya o finalice en un futuro próximo. Debemos ignorar a los miembros partidarios de medidas agresivas sin derecho a voto: consiguen que las actas sean interesantes, pero en la actualidad los moderados llevan la batuta y son los que toman las decisiones.
Por David Nowakowski.