Enero fue el tercer mes consecutivo de deflación en Grecia, con un bajón del IPC del 1,4% intermensual, tras la caída del 0,3% intermensual en diciembre y 0,5% intermensual en noviembre. En términos anuales, el IPC se ralentizó al 0,2%, frente al 0,8% en diciembre y 1% en noviembre. El periodo de 12 meses hasta enero de 2013 vio una tasa anual de cambio del 1,3% en el IPC respecto al periodo vencido en febrero de 2012. Los efectos negativos de la crisis y la austeridad sobre el consumo privado han sido notables. Aunque Grecia tiene la reputación de no haberse esforzado bastante para cumplir con los términos de su rescate, en realidad se ha implantado un tremendo ajuste fiscal en los últimos años. Los salarios han caído hasta el 40% en el sector público y hasta el 30% en el privado respecto a los niveles precrisis, mientras que las pensiones se han recortado hasta un 30%. Debido en parte al alto índice de paro, la confianza de los consumidores se ha desplomado y seguirá haciéndolo durante 2013.