Hungría y la República Checa siguieron hundiéndose en una recesión a finales de 2012, cuando el desplome de las exportaciones no logró compensar una demanda interna floja. La economía checa encogió un 1,7% interanual (0,2% intertrimestral) en el cuarto trimestre, ampliamente en línea con las expectativas de RGE y el mercado (ambas al -1,6% interanual). Pero los datos de Hungría en el cuarto trimestre llegaron con una sorpresa negativa. El frenazo económico interanual se sumió en un 2,7%, con la mayor contracción en tres años y muy por debajo de los cálculos de RGE y consenso (las previsiones se situaban en el -1,8% y -1,9%, respectivamente). No obstante, creemos que ambas economías han tocado fondo en el cuarto trimestre y recobrarán paulatinamente el impulso durante el curso del año, gracias a una actividad económica mejorada en la Eurozona y a una demanda interna estabilizándose.
Por Jelena Vukotic.
