Un súper túnel canalizará las aguas residuales para no verterlas al río sin tratar
Será, sin duda, uno de los concursos del año. Más de 1.800 millones de euros en tres contratos que han conseguido movilizar a las grandes constructoras del mundo, entre ellas ACS, Ferrovial y FCC, que ya preparan sus respectivos consorcios para concurrir con garantías en un proyecto muy poco vistoso pero no por eso menos apetecible: la reforma de una parte importante del sistema de alcantarillado de Londres. Eso sí, como suele ser habitual en contratos de esta magnitud, el camino no será fácil para las españolas, que tendrán que hacer frente al empuje de grupos de la talla de Vinci o la inglesa Balfour Beatty.
Así, a la espera de que a finales de marzo se hagan públicos los pliegos del concurso y de que en septiembre se publique la lista oficial de candidatos, Ferrovial ultima ya una alianza con Laing O'Rourke, mientras que ACS, a través de Hoch- tief y Dragados, estaría haciendo lo propio junto al grupo inglés Murphy. Pero no es la única baza que podría jugar la empresa de Florentino Pérez. Previsiblemente, según varios medios ingleses, su filial Iridium también acudirá a la cita de la mano de la italiana Salini. FCC, por su parte, sumaría fuerzas con la también transalpina Impregilo.
El resto de consorcios señalados para entrar en liza son el que forman Blafour Beatty, Morgan Sindall y Bam Nuttall por un lado y Costain, Vinci y Bachy Soletanche por el otro. La sueca Skanska junto a Bilfinger también podría concretar su participación una vez las autoridades den luz verde al proceso.
El concurso estará dividido en tres lotes para la construcción de un túnel de 25 kilómetros y más de siete metros de ancho que atravesará todo el centro de Londres de este a oeste y que se conoce como Thames Tideway tunnel. El primero de estos lotes, que corresponde a la parte más occidental de la infraestructura, está valorado en casi 350 millones de euros (300 millones de libras) y el oriental en 580 millones (500 millones de libras). La parte central, que tendrá dos colectores en lugar de uno, como sucede con los otros dos tramos, tendrá un coste aproximado de 930 millones (800 millones de libras).
Esta infraestructura es clave para el futuro de la ciudad, ya que ayudará a limitar el vertido de aguas residuales en el Támesis, evitando así su contaminación. De hecho, las previsiones hablan de que el vertido de aguas insalubres al río pasará en diez años de 39 millones de toneladas al año a 70 millones de toneladas.
La idea, según el plan, es que tanto las aguas fecales como la lluvia recogida por las alcantarillas fluya por este conducto hasta el túnel Lee (en construcción), rumbo a la planta de tratamiento de aguas Beckton, donde ya se han iniciado los trabajos para su ampliación. Finalmente, una vez tratadas las aguas serán devueltas al Támesis.
En total, el proyecto de mejora del servicio de alcantarillado, sumadas todas la iniciativas que engloba, tiene un coste de más de 4.700 millones de euros.
Listo para 2023
Según las autoridades londinenses, el nombre de los adjudicatarios se conocerá ya en otoño de 2014, mientras que las obras podrían dar comienzo a principios de 2015. La infraestructura estaría así lista para el ejercicio 2023.
Las obras de este túnel, por otro lado, crearán cerca de 9.300 puestos de trabajo, de los que alrededor de 4.100 serán directos.