Ahora que los responsables políticos de la India se preparan para la redacción del presupuesto de la unión para el ejercicio fiscal 2013-14, harían bien en escuchar al Banco de la Reserva de la India (RBI), que en la práctica ha condicionado los recortes de los tipos de interés a los avances realizados en materia de consolidación fiscal, aunque también detectamos un énfasis en la responsabilidad del gobierno con respecto a la reactivación de la inversión y la resolución de las deficiencias estructurales. En lo que respecta al gasto, el RBI considera que la inversión pública en infraestructuras tendría efectos indirectos positivos para la inversión privada, aunque el porcentaje de los gastos de capital dentro de los gastos totales lleva décadas reduciéndose, al tiempo que los gastos en subvenciones han ido aumentando. Con el telón de fondo de la crisis financiera, el estímulo fiscal es fácilmente explicable, pero todavía no se ha producido la normalización de la postura política en materia fiscal después de la crisis. A pesar de la elevada tasa de ahorro, la economía de la India sigue teniendo dificultades de financiación, con un sistema de intermediación financiera dominado por los bancos relativamente ineficaz que no está preparado para cumplir con los objetivos de inversión en infraestructuras del 12º plan quinquenal.
Por Alex Etra.