El reciente repunte del crecimiento chino coincide con la mejora general del pronóstico a corto plazo para Asia, incluso si gran parte del optimismo se basa en expectativas y no en datos fidedignos. La situación no es más aparente en ningún otro sitio que en Japón, donde el nuevo paquete de estímulo del gobierno, junto con la anticipación de una facilitación monetaria más agresiva y reformas estructurales, han impulsado los valores japoneses muy hacia arriba y el yen muy hacia abajo. Aun así, los datos macroeconómicos japoneses siguieron decepcionando durante el cuarto trimestre. El gran dato de esta semana han sido las exportaciones mensuales, que volvieron a contraerse en diciembre, en línea con el declive continuado en las exportaciones de Corea del Sur y Singapur. En consonancia con los malos datos, el Banco de Japón ha publicado esta semana un pronóstico actualizado en el que afirma su visión pesimista respecto a los próximos meses y fortalece la opinión del gobierno de más facilitación monetaria. Sin embargo, la amplitud de la depreciación del yen en los dos últimos meses ha galvanizado una oposición más enérgica de los vecinos de Japón.
Por Michael Manetta, Adam Wolfe, Ayoti Mittra y Nikhil Mohan.
