La petrolera Exxon está a punto de sobrepasar la capitalización de Apple.
La recuperación de las empresas industriales americanas y la debilidad de largos segmentos de la tecnología modifican el paisaje bursátil en Wall Street. Es el mensaje que nos transmiten estos dos símbolos flamantes que son Apple y el gigante petrolero Exxon.
Apple cayó el 12,5% ayer después de publicar unos beneficios sin brillo y unas decepcionantes ventas del iPhone, así como unas flojas previsiones. Esta caída deja la capitalización de Apple en 424.000 millones de dólares. Exxon subió un 0,7% y su capitalización se encuentra en 416.000 millones. Una subida del 2% de Exxon o una pequeña caída de Apple es lo único que hace falta para cambiar las tornas. Apple ha caído un 13% desde el 21 de diciembre. La acción de Exxon lleva una dirección completamente distinta, ya que sube un 5,5% desde la misma fecha.
¿Y ahora qué? A corto plazo, Apple puede encontrarse con que bastantes analistas rebajen sus previsiones de crecimiento del iPhone y de beneficios de la empresa para el trimestre actual. En cambio, la cotización de Exxon puede verse impulsada por varios factores que pueden hacer subir el precio del petróleo.
El precio del barril lucha para recuperar el "momentum", tras la mejora de la demanda en las últimas semanas. Se puede mover al alza por factores geopolíticos, o simplemente porque el mercado piensa que la recuperación global de las bolsas anuncia una economía más fuerte en los próximos meses. Son argumentos para prolongar la buena racha del sector energético en Wall Street dado el retraso que acumuló desde septiembre. Exxon lo notará aunque los analistas no le den el mejor 'rating' dentro del sector.
Por su parte, la cotización de Apple en los próximos días dependerá sobre todo de quién gana el debate sobre si su futuro como valor de crecimiento ha terminado.
Si la mayoría piensa que es así. Apple tiene más caída por delante porque su valoración bajará aún más. El precio de Exxon dependerá de la calidad de las expectativas de crecimiento a medio plazo, y su valoración podría seguir subiendo. Sería la venganza de la vieja economía.