Israel registra mejores resultados que otros mercados desarrollados, pero la demanda interior se está desacelerando y el crecimiento caerá todavía más por debajo del potencial, hasta el 3,0% en 2013 y el 2,9% en 2014. Los sectores del campo de la innovación ayudarán a Israel a mantener su cuota de mercado en Asia y EE.UU., aunque las exportaciones netas seguirán siendo un lastre para el crecimiento en el periodo 2013-14. Las expectativas de una subida de la inflación limitan la política monetaria y de tipos de interés del Banco de Israel. Esperamos que el partido Likud de Benjamín Netanyahu lidere el gobierno después de las elecciones, lo que sugiere que habrá pocos cambios en cuestión de política económica (la implementación de la consolidación fiscal no será más fácil), aunque podría haber variaciones en cuanto a la política de seguridad. Creemos que el gabinete será más agresivo, lo que implica un riesgo de que se adopte una postura más intervencionista con respecto a Irán y que siga existiendo un riesgo significativo de un ataque (estadounidense o israelí) después del primer semestre de 2013 (25%), el cual podría ser perjudicial para la economía global a través de una subida de los precios del petróleo y que también desestabilizaría a los vecinos de Israel.
Por Rini Sen y Rachel Ziemba