En la actualidad existen menos probabilidades de que Grecia abandone la Eurozona en 2013: Basándonos en nuestra interpretación de las preferencias de los responsables políticos europeos, especialmente de Alemania y Grecia, hemos revisado nuestra hipótesis de base para la Eurozona con el fin de incluir los siguientes puntos:
Grecia permanece en la eurozona en 2013 (actualmente sólo contemplamos un 30% de probabilidades de que se produzca una salida).
España solicita ayuda preventiva al FEDE/MEDE en el segundo o el tercer trimestre de 2013.
Italia podría solicitar ayuda preventiva al FEDE/MEDE en el segundo o el tercer trimestre de 2013.
Seguimos esperando una recesión en Europa en 2013 y un débil crecimiento a nivel global (de alrededor del 3%). Una ampliación del escenario de salida adelante tendría un efecto moderado sobre el crecimiento de la Eurozona, ya que la austeridad fiscal perpetúa la fuerte recesión en la periferia, la cual continuará extendiéndose hacia el núcleo a medida que estos países inicien su consolidación fiscal en 2013. Si la salida adelante se prolonga hasta 2014, la recesión en determinadas partes de la periferia (incluida Italia) podría empezar a tocar fondo y la Eurozona podría volver a registrar un crecimiento mínimo, aunque positivo. En términos generales, la salida adelante sería ligeramente positiva para la economía global, principalmente a través del canal de los mercados de activos, pero no acabaría las vulnerabilidades ni los problemas estructurales en la Eurozona y los mercados desarrollados. En particular, en lugar de que el euro se debilite hacia mediados de año, los niveles de los precios podrían ser más neutrales y los activos europeos y de los mercados desarrollados podrían obtener un mayor respaldo a medida que los inversores comiencen a diferenciar los activos.
Relacionado: la participación encubierta del sector oficial convierte a la Eurozona en una unión de transferencias: Si los 700.000 millones de euros de los fondos de rescate del FEDE y el MEDE se concediesen en préstamo a unos tipos de interés cercanos a cero y su vencimiento se prorrogase a perpetuidad, tendrían un valor neto actual de aproximadamente cero. De este modo, tal como señala Gavyn Davies en el FT, la combinación de préstamos con prórrogas y reducciones equivale a la condonación de la deuda. Si vamos un paso más allá, es simplemente una unión de transferencias encubierta (en términos reales, no en términos contables, legales o políticos).