El crecimiento del 3% intertrimestral en el tercer trimestre estuvo en línea con las expectativas del consenso, aunque ligeramente por debajo de nuestra predicción del 3,4% interanual. La demanda interior fue, como era de prever, el principal motor de crecimiento, aportando un 7,6% al crecimiento, ya que las exportaciones netas se vieron negativamente afectadas por la falta de demanda exterior y restaron un 1,1% al crecimiento. El consumo de bienes duraderos aumentó un 28,9% interanual, principalmente en el sector automovilístico, impulsado por el plan de primeros vehículos. La caída de las exportaciones se reflejó en un descenso del 1,1% en el sector manufacturero (equivalente al 39% del PIB) tras una subida del 2,8% en el segundo trimestre. La industria ligera se contrajo por cuarto mes consecutivo, mostrando la debilidad de la demanda exterior, especialmente la procedente de Europa y Estados Unidos. El capital y la industria tecnológica también volvieron a entrar en contracción, cayendo ligeramente un 0,5% debido al descenso de la producción de orientada a la exportación en el sector de la electrónica. En este momento parece poco probable que las exportaciones tecnológicas se recuperen, tal como pone de manifiesto la caída del ratio de contratación sobre ventas de los semiconductores a lo largo del mes de octubre.
Por Ayoti Mittra.
