La inflación armonizada general (IPC armonizado) dentro de la Eurozona se mantuvo invariable en el 2,6% interanual en septiembre, y la subida de los precios de la energía siguió siendo el principal factor del incremento. No obstante, el descenso del IPC armonizado subyacente, el abaratamiento de los precios energéticos y el regreso de la Eurozona a una recesión técnica en el tercer trimestre (donde permanecerá la región hasta 2013) apuntan hacia un futuro descenso de la inflación. La periferia necesita recuperar la competitividad de sus exportaciones a través de la devaluación interna y el descenso de los precios a nivel nacional: hasta el momento, los ajustes de los precios han sido asimétricos entre la periferia y el núcleo. A excepción de Irlanda (que experimentó una deflación en el periodo 2009-11) y Grecia (que en septiembre registró su primera tasa de inflación subyacente negativa desde la creación del euro), los países periféricos no han registrado un importante descenso de las tasas de inflación. Dada la moderación del crecimiento en todo el núcleo y las subidas de los impuestos indirectos encuadradas dentro de las medidas de austeridad en la periferia, parece poco probable que en 2013 se materialice un ajuste simétrico de los precios dentro de la Eurozona, con una mayor inflación (revaluación) en el núcleo y una menor inflación en la periferia.
Por Mark Willis y William Oman.