La victoria de Hugo Chávez no ha sido ninguna sorpresa dado que los sondeos, aunque poco fiables y en ocasiones contradictorios, indicaban por lo general que sería capaz de superar a una oposición unida y a las preocupaciones acerca de su estado de salud. Los resultados de las elecciones muestran que, por un lado, la oposición ha ganado terreno claramente y ha puesto al descubierto algunas grietas en el dominio electoral de Chávez. Por otro lado, la diferencia de 10 puntos porcentuales es suficiente para que su victoria sea incuestionable y para promover actuaciones perjudiciales para el mercado. La perspectiva económica a corto y largo plazo es desalentadora, ya que existen pocas posibilidades de que el modelo actual cambie, y podríamos asistir a un redoblamiento de las políticas dañinas. Se mantendrán los desequilibrios tanto internos como externos, y esperamos una devaluación de la moneda a comienzos del próximo año.
Por Joao Pedro Ribeiro.