El esfuerzo de ajuste fiscal que implica el proyecto de ley de presupuesto para 2013 de Francia no tienen precedentes: una reducción de 2,2 puntos porcentuales del PIB, del 5,2% en 2011 al 3,0% para 2013, dentro del contexto de una economía ya estancada. El impulso fiscal negativo (la cantidad de dinero descontada de la demanda agregada) del presupuesto para 2013 se sitúa en torno al 1,8% del PIB. En una próxima actualización de la Perspectiva, revisaremos a la baja nuestras previsiones de crecimiento tanto para el cuarto trimestre como para el año 2013. El motivo de esta estrategia del gobierno francés de ajustarse al objetivo de déficit fiscal del 3% para 2013 es conservar la confianza de los mercados y reafirmar el compromiso francés con la disciplina presupuestaria ante una escéptica Alemania. Además, el multiplicador fiscal hará que el gobierno supere su objetivo de déficit, y dada la dependencia francesa de la demanda interior para el crecimiento y el deterioro de los fundamentos, el presupuesto de austeridad provocará que la economía francesa se contraiga en 2013. También existe un riesgo significativo de que se produzca un aumento del malestar social y de las tensiones dentro del gobierno socialista.
Por William Oman.