Las exportaciones se contrajeron un sorprendente 24% interanual en agosto, muy por encima de lo que esperaban tanto RGE como el consenso. Resulta revelador que la contracción se extendiese tanto al petróleo y al gas como a los productos no relacionados con los mismo y que, además, las importaciones se contrajeran lo suficiente como para que la balanza comercial presentase un pequeño superávit durante el mes, por primera vez desde marzo. El fuerte descenso de las importaciones refleja una desaceleración del procesamiento principalmente, y no necesariamente un enfriamiento de la actividad interior. En nuestra última Perspectiva observábamos que la enorme acumulación de inventarios en el segundo trimestre podría tener un efecto rebote en el segundo semestre cuando los fabricantes se enfrentasen a un descenso de la demanda, y las cifras del comercio de agosto sugieren que dicho descenso se está produciendo en estos momentos. Es difícil determinar si este hecho se reflejará directamente en las cifras del tercer trimestre o si se dejará sentir con más fuerza en el cuarto trimestre. No obstante, mantenemos nuestra predicción de un crecimiento de aproximadamente el 5,9% durante el segundo semestre, por debajo del 6,3% del primer semestre.
Por Michael Manetta.