A pesar de los grandes cambios de personal que tendrán lugar en el 18º Congreso Nacional del Partido en China, cuya celebración está prevista para finales de octubre o principios de noviembre, no esperamos ningún cambio importante en las preferencias políticas tras la conclusión de la transición en el año 2013. Históricamente, la inversión y la inflación chinas han aumentado el año posterior a un Congreso Nacional del Partido, un factor que respalda las expectativas del consenso acerca de una aceleración del crecimiento chino en 2013. Sin embargo, es probable que el año que viene sea distinto. El ciclo político se ha debilitado con el paso del tiempo, y los impactos exógenos ofrecen una mejor explicación sobre los incrementos de la inversión en 2003 y a finales de 2008 que las políticas nacionales. Además, dado que la inversión gubernamental ha sido históricamente la herramienta política anticíclica preferida en China, los créditos dudosos y el exceso de inversión resultantes son ahora el mayor problema al que se enfrenta la próxima generación de líderes, los cuales serán reacios a agravar estos problemas durante su primer año en el cargo.
Por Adam Wolfe.rge