El debilitamiento del crecimiento global afectará al crecimiento de la demanda de petróleo crudo el próximo año, pero la incertidumbre acerca del crecimiento del abastecimiento fuera de la OPEP, que depende del aumento de la producción en Kazajistán y Brasil ante las pérdidas de producción de Irán, probablemente mantenga la presión para que Arabia Saudí incremente su producción, lo que hará que los precios del petróleo sigan siendo elevados. En EE.UU. se mantendrán los cuellos de botella de Cushing, impidiendo el flujo de crudo estadounidense y canadiense hacia los mercados internacionales y manteniendo el descuento del WTI con respecto al Brent. La producción iraquí es un comodín que podría inclinar la balanza, pero en RGE creemos que ésta únicamente experimentará un lento aumento. Creemos que es más probable que el crecimiento del abastecimiento esté por debajo que por encima de las expectativas en 2013 (al igual que en 2012). Junto con diversas interrupciones del abastecimiento, perturbaciones de la demanda y aumentos estructurales de la demanda, esto hará que el mercado pase de tener un exceso de oferta a un equilibrio.
Por Gary Clark.