Alemania: El fallo dictado el pasado 12 de septiembre por el Tribunal Constitucional acerca del fondo para la compra de bonos del BCE, el MEDE, exigía garantías constitucionales de que la responsabilidad máxima de Alemania fijada en 190.000 millones de euros únicamente podría ser ampliada con el respaldo del representante alemán en el consejo del MEDE y que el parlamento alemán (que es quien aprueba en última instancia el mandato del representante en el MEDE) sea informado de manera exhaustiva. El fallo fue menos oneroso de lo que algunos temían, y en la actualidad se está elaborando un apéndice o protocolo al tratado del MEDE para reflejar las restricciones impuestas por el tribunal.
Portugal: Los indicadores de futuro señalan una continuación de la desaceleración de la demanda interior, impulsada por la reducción del consumo y la constante caída de la inversión, especialmente en el sector de la construcción. Las exportaciones a los socios comerciales fuera de la UE, que constituyeron el principal motor de crecimiento en el segundo trimestre, también se están desacelerando. Será necesario introducir nuevas medidas de ahorro, ya que incluso el objetivo revisado del 5% del PIB parece fuera del alcance. La necesaria ampliación de la financiación del programa podría adoptar la forma de una línea de crédito con mejores condiciones, entre ellas la protección del riesgo parcial, al final de la cual esperamos que se produzca una reestructuración de la deuda pública.
Europa emergente: Durante el periodo de pronóstico, el desplome de la Eurozona y los malos resultados de la campaña agrícola agravarán la debilidad de la demanda interior, lo que provocará que los países más orientados a la exportación (República Checa, Hungría) vuelvan a entrar en recesión y dará lugar a que las tasas de crecimiento en las economías con una mejor base interior (Turquía, Polonia) sean mediocres. La reacción anti-austeridad y la mejora del sentimiento a nivel mundial ante la esperada flexibilización de la política monetaria por parte del BCE y la Reserva Federal en los próximos meses facilitará la adopción de una política monetaria más favorable al crecimiento y una desaceleración del ritmo de consolidación fiscal.
Rusia: A pesar de los buenos resultados del primer semestre, la debilidad de la demanda exterior y el descenso de la producción agrícola respaldan la opinión conservadora sobre del crecimiento ruso para 2012, que nuestra predicción sitúa en el 3,7% interanual. El consumo, principal motor de crecimiento, ya ha comenzado a desacelerarse, al tiempo que la inversión también se ha reducido a pesar del elevado crecimiento del crédito. La aceleración de la inflación, en línea con nuestras expectativas, ha convencido al banco central de la necesidad de subir los tipos, y esperamos nuevas medidas de endurecimiento (principalmente del tipo de depósito más bajo).