El crecimiento estadounidense parece estar a punto de experimentar una desaceleración secuencial a comienzos de 2013, cuando el lastre fiscal afecte a unos resultados económicos ya de por sí mediocres para registrar un crecimiento interanual del 1,6% durante todo el año. Sin un considerable apoyo político creíble, prevemos unos resultados muy débiles en un primer semestre de 2013 plagado de riesgos a la baja para el crecimiento. En la reunión del FOMC del mes de septiembre, la Reserva Federal prolongará el horizonte para los tipos de interés próximos a cero y probablemente anunciará un programa ilimitado de compra de activos con el fin de detener el descenso de las expectativas económicas. Si esto se demorase por miedo a que se pudiera considerar que afecta a las elecciones de noviembre, la economía lo podría pagar muy caro. El dólar estadounidense se enfrentará a leves presiones para su debilitamiento a medio plazo, pero se fortalecerá frente al euro en el primer trimestre de 2013. La debilidad de los datos terminará por afectar a la renta variable, aunque las expectativas políticas respaldarán una subida a corto plazo.
Por Prajakta Bhide, Natalia Gurushina, David Nowakowski, Ibrahim Gassambe y Jennifer Kapila
