Los recientes indicadores económicos anticipados siguen pronosticando una pronunciada desaceleración de la actividad económica en Alemania a finales de 2012 y en 2013, con un crecimiento del 1,0% y el 0,5%, respectivamente, ya que la crisis de la eurozona finalmente está alcanzando a la mayor economía europea provocando un aumento de la incertidumbre. El consumo privado cobrará una mayor importancia como motor de crecimiento, aunque el ritmo de la expansión sigue siendo bastante moderado y resultará insuficiente para compensar por completo la desaceleración del crecimiento de las exportaciones. Los fundamentos empresariales y las corrientes financieras siguen siendo favorables al riesgo en Alemania, pero las valoraciones y el riesgo político podrían ser factores negativos relativos en el futuro. Observamos que existen pocos catalizadores para que los resultados del riesgo alemán sean buenos, con la excepción de periodos de alta volatilidad o en los que se eviten los riesgos.
Por Mark Willis, Jennifer Kapila e Ibrahim Gassambe