Las conversaciones de Egipto con el FMI comenzaron en serio esta semana, con la reunión entre Christine Lagarde y el presidente Morsi, el primer ministro Kandil y funcionarios de finanzas en El Cairo, después de que Egipto solicitase oficialmente al FMI un préstamo de 4.200 millones de dólares en agosto. Esto tiene lugar más de un año y medio después del inicio de las negociaciones, debido a que las reservas de divisas han continuado con su precipitado descenso en julio y el gobierno debe hacer frente a unos tipos deudores punitivos. Esperamos que el acuerdo tarde entre dos y tres meses en ultimarse, preferiblemente antes del trauma previsto para la eurozona en el año 2013. Con el crecimiento de la deuda en divisas, la atención volverá a centrarse en el bajo nivel de reservas de Egipto, y la incertidumbre acerca de la financiación provocará que aumente el riesgo de una devaluación desordenada, algo que Egipto pretende evitar. Al contrario que en anteriores ocasiones, consideramos que es poco probable que el FMI obligue a devaluar fuertemente la moneda, dada la preocupación del gobierno acerca de la estabilidad y la inflación importada.
Por Rachel Ziemba.
