La inflación de la India en el mes de julio volvió a deparar una sorpresa a la baja. No obstante, creemos que se trata de una situación pasajera, debido a que la sequía se cierne como una amenaza para la economía. El descenso estuvo provocado por una caída de los precios de los hidrocarburos y el impacto de la bajada del precio de la gasolina en el mercado interior. Al mismo tiempo, la inflación subyacente se disparó del 4,9% en junio al 5,4% en julio. Asimismo, ya es posible observar algunos de los efectos de la sequía, con una subida de los precios del grano del 12% interanual, la tasa más alta desde marzo de 2010, y un aumento de los precios de las semillas oleaginosas del 25% interanual, la tasa más alta jamás registrada. Observamos la existencia de vientos favorables provocados por la sequía, la posible subida de los precios del petróleo y el creciente déficit fiscal. Creemos que la inflación general seguirá aumentando hasta diciembre de 2012, por lo que mantenemos nuestra previsión de que el Banco de la Reserva se mantendrá a la espera durante el resto del año