Se espera que el crecimiento medio durante el segundo semestre sea de un mediocre 1,8%, ya que el consumo en el tercer trimestre mejora con respecto al del segundo trimestre mientras que los inventarios y el gasto público continúan afectando al crecimiento.
Aunque la inversión residencial añadirá un 0,3% al crecimiento de 2012, la demanda de vivienda se debilitó en junio, y las solicitudes de hipotecas continúan siendo escasas a comienzos de agosto: existe un riesgo elevado de que una desaceleración de la demanda haga bajar los valores de las transacciones, así como los precios posteriormente.
La lentitud en el mercado laboral a corto plazo se prolongará: esperamos que se cree un máximo de 150.000 puestos de trabajo y que la tasa de desempleo se mantenga elevada en torno al 8,3% para finales de año.
La Reserva Federal también está incumpliendo su mandato de estabilidad de los precios, aunque seguimos esperando una nueva flexibilización. La preocupación en torno al precipicio fiscal no hará otra cosa que aumentar, y los riesgos exteriores podrían agravarse durante los próximos meses, por lo que un nuevo debilitamiento de los datos interiores podría dar lugar a un aumento del temor acerca de una posible recesión.
Por Prajakta Bhide