Las autoridades rusas han acusado al líder de las protestas contrarias al Kremlin Alexey Navalny del cargo de malversación, castigado con hasta 10 años de cárcel, lo que marca un aumento de la represión contra la oposición política por parte del Vladimir Putin. El nuevo gobierno parece estar dando marcha atrás en las reformas, lo que asfixiará las perspectivas de crecimiento. Esta decisión reaccionaria, junto con la represión contra los medios de comunicación y ONGs tanto extranjeros como nacionales, confirma la preocupación de RGE acerca de la superficialidad de las medidas reformistas, y sugiere que la trayectoria de las reformas será demasiado lenta como para ayudar a que el crecimiento potencial de Rusia mejore. La reciente recuperación del precio del petróleo parece que ha vuelto a erradicar el ímpetu por la introducción de reformas económicas, lo que hará que Rusia sea más vulnerable ante futuros riesgos.