Los datos del índice PMI de julio fueron desastrosos, con la cifra principal alcanzando su punto más bajo desde el tsunami del pasado año. Todavía más preocupante fue la pronunciada caída de los nuevos pedidos de exportación hasta su nivel más bajo desde 2009 (excluyendo abril de 2011). El deterioro de la demanda exterior no es sorprendente, aunque un descenso tan pronunciado en los pedidos exteriores, sumado a una cierta desaceleración del gasto de los hogares, no es un buen presagio para el tercer trimestre. El consumo de los hogares, responsable de la mitad de la subida del crecimiento del PIB del primer trimestre, parece haberse mantenido en el segundo trimestre, aunque está mostrando signos de desaceleración. En términos generales, parece que la predicción que mantenemos desde hace tiempo de un crecimiento del PIB por debajo del -2% está en vías de cumplirse. Nuestra estimación del crecimiento estima que se encuentra en torno al -1,2% intertrimestral (tasa anual desestacionalizada) para el segundo trimestre, ligeramente mejor que nuestra previsión del -1,4% a finales de mayo.
Por Michael Manetta.