Los mercados emergentes con superávits por cuenta corriente estructurales se encontrarán en mejor posición para mantener saldos de reservas en divisas con independencia del estado de la economía global (cuando las exportaciones caen, las importaciones caen más, lo que mantiene a la cuenta corriente en superávit). Durante los periodos de grave crisis económica global, que dan lugar a liquidaciones de activos financieros en moneda local de mercados emergentes, los bancos centrales con saldos de reservas vinculados a superávits exteriores estructurales tendrán una mayor capacidad para defenderse de manera creíble contra grandes devaluaciones de la moneda que aquellos con déficits estructurales, debido a que cuentan con un canal "integrado" para la acumulación de divisas. Sabedores de ello, los inversores reducirán la prima de riesgo vinculada a la divisa, limitando la presión a la baja sobre el tipo de cambio, lo que equivale a que la postura política monetaria será más restrictiva que en caso contrario. Esto permite a los bancos centrales disponer de más espacio para la flexibilización a través de recortes de los tipos de interés.
Por Michael Manetta