Aunque el crecimiento estadounidense del 1,5% en el segundo trimestre superó las expectativas tanto del consenso como de RGE de una expansión del 1,2%, los datos publicados no suponen una sorpresa al alza significativa, ni modifican nuestra predicción sobre la existencia de un 50% de probabilidades de que la Reserva Federal anuncie la compra de valores con respaldo hipotecario en agosto. El crecimiento estadounidense está prácticamente en "velocidad de pérdida", y esta semana revisaremos a la baja las previsiones de crecimiento para el segundo semestre: los inventarios arrojarán indudablemente una cifra decepcionante en el tercer trimestre, es probable que el comercio continúe falto de apoyo debido a la desaceleración del crecimiento en el extranjero y, dado que el consumo real en el segundo trimestre ya estaba respaldado por la debilidad de la inflación general, no podemos esperar que la bajada de los precios de la gasolina constituya un nuevo impulso en el tercer trimestre, especialmente en vista de la debilidad del mercado laboral. Debemos señalar que, en la revisión de referencia del pasado viernes, se introdujo un reajuste del PIB del primer trimestre hasta una pobre expansión del 0,1%, tras haberse revisado anteriormente hasta el 0,4%, muy por debajo de la estimación original del 1,9%.
Por Prajakta Bhide.