Supuestamente, el FMI no está dispuesto a liberar ningún tramo más de la financiación a Grecia, una afirmación que Megan Greene considera como válida de acuerdo a las conversaciones personales mantenidas con miembros del FMI, aunque advierte que la presión estadounidense podría provocar un cambio de la situación. Greene sostiene que hasta que el MEDE entre en vigor, los líderes de la Eurozona tendrán un incentivo para demorar la suspensión de pagos y la salida de la Eurozona de Grecia hasta que España e Italia estén mejor protegidas por el cortafuegos. Elisa Parisi-Capone afirma que, debido a que el país está incumpliendo los objetivos de su programa y a que algunos de los países acreedores han vinculado explícitamente su participación en el segundo rescate a la participación del FMI, una negativa a tomar parte en la ampliación del programa por parte del FMI equivaldría en la práctica a cortar la alimentación a Grecia. La decisión que tomará el tribunal constitucional alemán acerca del MEDE y el pacto fiscal el próximo 12 de septiembre podría ser un momento crucial para la Eurozona.
