El IPC general estadounidense ha registrado una subida anual del 1,7% sin ajustes estacionales en junio, ligeramente por encima de nuestras expectativas, mientras que la subida anual del IPC subyacente del 2,2% ha estado en línea con nuestras expectativas, impulsada por la subida de los precios de la atención sanitaria, las prendas de vestir y los vehículos nuevos en junio. Estos datos muestran una clara desaceleración en las tasas anuales de inflación para mediados de 2012. Con anterioridad, el deflactor del gasto de consumo personal de mayo había indicado un ritmo anual de inflación general del 1,5%, con la inflación subyacente ligeramente por encima en el 1,7% interanual, aunque ambas bastante por debajo del objetivo a medio plazo de la Reserva Federal del 2%. Las tasas de crecimiento secuencial anualizado también se han reducido por debajo del 2%. Si bien la Reserva Federal puede seguir deliberando sobre la persistencia de la desaceleración del crecimiento, el descenso de la inflación por debajo del 2%, tal como esperábamos, apoya una nueva flexibilización en el tercer trimestre, muy probablemente en la reunión del 31 de julio / 1 de agosto.
