La pasada semana el riesgo se había eliminado en su mayor parte, con los mercados cediendo terreno antes de revertir parte de sus pérdidas el viernes gracias a las expectativas de una nueva flexibilización en China y al optimismo acerca de las pérdidas comerciales de la oficina del director de información de JPMorgan. A pesar de que China registraba su segunda salida neta de capitales trimestral y se mantenían las preocupaciones acerca del crecimiento global y las ganancias, el S&P 500 se recuperó hasta cerrar la semana con una subida del 0,16%. Seguimos manteniendo que nos encontramos en un mundo estructuralmente diferente desde la crisis de 2008, manejado por el desapalancamiento de los mercados desarrollados que provocará que la trayectoria de crecimiento global sea menor y más inestable a lo largo de muchos años, mientras que la atonía de la producción resultante seguirá siendo la fuerza subyacente para que exista una elevada prima de riesgo para la renta variable. Por ello, no esperamos un mercado alcista estructural hasta que no observemos una clara trayectoria de reducción de la inactividad.
Por Ibrahim Gassambe.