La agudización de la sequía en EEUU, la mala estación monzónica en la India y las imprevisibles condiciones meteorológicas en Rusia están contribuyendo a una subida de los precios del grano que podría trasladarse a la inflación de los alimentos. Los precios de los alimentos están lejos de sus máximos recientes, pero la tendencia comenzará a invertirse poniendo fin a su efecto desinflacionista sobre los precios al consumo generales. Si bien es poco probable que los bancos centrales reaccionen a las crisis de abastecimiento con subidas, debido especialmente a que el desapalancamiento impide el paso a la inflación subyacente, una subida significativa de los precios de los alimentos podría limitar la flexibilización monetaria. El índice de sensibilidad agrícola de RGE identifica a Asia emergente como la región más sensible a la subida de los precios de los alimentos.
Por Gary Clark y Rachel Ziemba.