El índice de optimismo de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB) cayó tres puntos hasta los 91,4 en junio, volviendo a dejar el sentimiento por debajo de los niveles de finales de invierno y muy por debajo del promedio a largo plazo de 98,7. Las ventas reales y las esperadas se redujeron en junio, y aunque las pérdidas de puestos de trabajo netas reales disminuyeron, los indicadores de las pequeñas empresas acerca de las futuras contrataciones así como las ofertas de empleo descendieron en junio, un hecho que supone un mal presagio para un mercado laboral que ya ha experimentado una pronunciada desaceleración. El índice NFIB parece estar repitiendo el mismo patrón de mejora en el primer semestre y caída por debajo de 90 a mediados de año que se pudo observar en los años 2010 y 2011, mientras sigue acechando la preocupación acerca de un inminente precipicio fiscal y los riesgos externos. Para poner en contexto la actual lectura, durante las recesiones de los años 1980-82 las lecturas por debajo de 90 tuvieron una duración de un trimestre. Desde el cuarto trimestre de 2008, el índice NFIB se mantenido por debajo de 90 durante seis trimestres consecutivos, superando los 90 puntos brevemente durante el primer semestre de 2011.