Los indicadores principales señalan que la recuperación está siendo más lenta de lo que preveíamos el mes pasado, ya que el sector industrial continúa deprimido y eso lastra la economía. A día de hoy parece poco probable que el crecimiento durante el primer semestre supere el 1% interanual, dando lugar a un bache prolongado en la trayectoria de crecimiento del PIB. En la actualidad esperamos un crecimiento del 1,6% en 2012, significativamente por debajo del 2,4% que preveíamos el mes pasado. La hasta ahora insuficiente respuesta política a la desaceleración del crecimiento probablemente haga que Brasil añada un estímulo fiscal al agresivo estímulo monetario, provocando el aumento de la preocupación acerca de las presiones inflacionistas a medio plazo. La flexibilización adicional en el segundo semestre de 2012 seguirá eliminando incentivos para los flujos de capital a corto plazo y ayudará a los receptores de tipos de interés a corto plazo, mientras que el BRL se enfrenta a las amenazas de la aversión al riesgo y la debilidad a nivel interno.
Por Juan Lorenzo Maldonado y Natalia Gurushina.