Parece que los legisladores han abierto la puerta a permitir una recapitalización directa de los bancos de la Eurozona [EZ] por parte del FEEF/MEDE, supeditado a un cambio de la legislación a más largo plazo, y a potenciar el BCE como supervisor del sistema bancario, con miras a transformar los bancos nacionales en bancos de la zona euro y por tanto a romper el círculo vicioso entre deuda soberana y banca. Aunque este cambio de política podría atenuar la fuga de capitales de la Eurozona y aumentar la capacidad crediticia de los bancos si las recapitalizaciones se producen pronto y a continuación, no aborda la demanda de crédito, los problemas estructurales de crecimiento, ni, hasta cierto punto, las preocupaciones de los pequeños ahorradores. Lo que es más, hay un camino enormemente largo entre una declaración de la cumbre de la UE desprovista de detalles y un reconocimiento global de los bancos españoles e italianos como bancos "de la Eurozona".
Por Jennifer Kapila.