El recientemente aprobado proyecto de ley del primer ministro Yoshihiko Noda, que multiplica por dos el impuesto sobre el consumo nacional llevándolo hasta el 10%, junto con el programa de reforma de la seguridad social del Partido Democrático de Japón (PDJ), reducirán el déficit primario del gobierno aproximadamente 1,5 puntos porcentuales hasta dejarlo en el 8% del PIB para el ejercicio fiscal 2015, muy por debajo del ajuste fiscal necesario para estabilizar la deuda pública. La aprobación de la subida impositiva reforzará a los responsables de la política monetaria favorables a una flexibilización más agresiva frente a sus colegas conservadores, lo que debería dar lugar a nuevas acciones políticas a medio plazo. La antipatía que suscitan tanto el PDJ como el Partido Democrático Liberal puede hacer que el gobierno de coalición que salga de las próximas elecciones generales, previstas para agosto de 2013, sea menos estable.
Por Michael Manetta.