Los efectos indirectos de la Eurozona sobre el comercio y la financiación darán lugar a unas tasas de crecimiento por debajo del potencial en toda la región, y provocarán que los países más orientados hacia la exportación (Hungría, República Checa) vuelvan a entrar en recesión. A día de hoy esperamos únicamente una moderada recuperación en 2013, como reflejo del debilitamiento de las perspectivas económicas en los principales socios comerciales en la eurozona y de las tensiones en los mercados que suscita la esperada salida de Grecia en el primer trimestre. La ansiedad en los mercados y la preocupación acerca del mantenimiento de la estabilidad financiera harán que los bancos centrales sean más prudentes y que demoren el inicio de la esperada flexibilización monetaria (y que limiten su alcance). Para escuchar el podcast de la perspectiva del equipo para Europa del Este de RGE, visite el Centro Multimedia.
Por Jelena Vukotic, Rachel Ziemba e Ibrahim Gassambe.