Rusia registrará mejores resultados que sus vecinos de la Europa emergente y que algunos de sus homólogos BRIC, pero los bajos rendimientos de los créditos, la debilidad de la demanda externa y el descenso de la producción agrícola nos obligan a revisar a la baja nuestra predicción para 2012 hasta el 3,6%, así como a mantener una posición conservadora para 2013. Las recientes elecciones de miembros para el gabinete y la administración ponen de relieve la preocupación de RGE de que las reformas serán lentas, dirigidas por el estado y no impulsarán el potencial de crecimiento de Rusia ni aislarán al país de los riesgos globales. Sin un catalizador político a nivel nacional que sirva de apoyo a los activos rusos, las fuerzas globales, especialmente el petróleo, continuarán afectando al RUB, que seguirá siendo rehén del entorno exterior y del sentimiento de riesgo global.
Por Rachel Ziemba y Natalia Gurushina.